Páginas montañeras

martes, 23 de diciembre de 2014

Moncayeando al estilo Cutreventura

Como va siendo ya tradición, nos reunimos con el CAU para subir el Moncayo la semana de Nochebuena.

Moncayo (2314 m)

Así que nos preparamos con todo el material invernal, ya que, aunque no lo parezca, la cosa se puede complicar mucho en el Moncayo, y en invierno, no es un "Pico de paseo".

Quedamos a las ¡6:45! de la mañana ya que el viaje es bastante largo.....¡si vas en burro! ¡Pedazo de madrugada para 1,30 horas de viaje y apenas 600 metros de desnivel, pero bueno...todo sea por las tradiciones.

Una vez llegados al aparcamiento del santuario, y tras que un perro se mee en la mochila de Laura (intentaremos no convertirlo en tradición) comenzamos la caminata por el bosque hasta llegar al circo, donde nos dividimos en dos grupos, unos subirán por el cucharón y el resto de valientes montañeros, iremos por una pequeña canal a la izquierda de la canal de los gendarmes.



Comenzamos la ascensión con la nieve en un estado perfecto para progresar sin problema y a buen ritmo, además, una vez salimos al sol, casi nos sobra hasta algo de ropa.

Después de la bendición de Iñigorras el grande, me voy a explorar un poco de hielo que hay por en medio de ninguna ruta, así que me tocará imaginarme o inventarme, o mejor dicho....leer el terreno para progresar hasta la cima.

Intento buscar los lugares más complicados, teniendo en cuenta mi estado físico, mis conocimientos en montaña y por supuesto, gestionando el riesgo de la forma más productiva posible :P

Tras pasar un par de puntos bastante interesantes, apoyándome en rocas, pinchando algo de hielo y mucha mucha nieve, llego a la cima del moncayo, algo cansado y muy muy contento con la ruta realizada, aunque nos tocará esperar al resto del grupo en la cima, hemos elegido el único día del siglo que en la cima del Moncayo no sopla el viento, y por supuesto se esta de vicio, como atestiguan las 150 personas que hay en la cima en ese momento.






Satisfechos con la salida, emprendemos el camino de regreso al coche, confiando nuestras vidas en la famosa expedicionaria, Laura, que gracias a la ayuda de su mapa, su lápiz y su brújula nos guía sin apenas dilación por el camino correcto hasta la mismísima puerta del coche.







Os dejo el siguiente video: